Path: news.ccsf.jp!norn-news!news.mcu.or.jp!jindaiji.chofu.tokyo.jp!gcd.org!news.unit0.net!newsfeed.freenet.de!ramfeed2.eweka.nl!eweka.nl!hq-usenetpeers.eweka.nl!proxad.net!feeder1-2.proxad.net!64.233.178.134.MISMATCH!postnews.google.com!59g2000hsb.googlegroups.com!not-for-mail From: valarezo Newsgroups: fj.life.religion Subject: =?ISO-8859-1?Q?=28IV=C1N=29=3A_LA_GLORIA_DE_DIOS_NOS_DA_UN_CORAZ=D3N_NUEVO=2C?= =?ISO-8859-1?Q?_PARA_EL_CIELO?= Date: Tue, 15 Jul 2008 10:08:14 -0700 (PDT) Organization: http://groups.google.com Lines: 1207 Message-ID: <2140a74a-8039-45b0-a8eb-9eab762414ae@59g2000hsb.googlegroups.com> NNTP-Posting-Host: 71.247.38.51 Mime-Version: 1.0 Content-Type: text/plain; charset=windows-1252 Content-Transfer-Encoding: quoted-printable X-Trace: posting.google.com 1216141695 10729 127.0.0.1 (15 Jul 2008 17:08:15 GMT) X-Complaints-To: groups-abuse@google.com NNTP-Posting-Date: Tue, 15 Jul 2008 17:08:15 +0000 (UTC) Complaints-To: groups-abuse@google.com Injection-Info: 59g2000hsb.googlegroups.com; posting-host=71.247.38.51; posting-account=bII7FwoAAAASb8X9aUHzBVl6T7NgTYR6 User-Agent: G2/1.0 X-HTTP-UserAgent: Mozilla/4.0 (compatible; MSIE 7.0; Windows NT 5.1; Avant Browser; Avant Browser; .NET CLR 1.1.4322; .NET CLR 2.0.50727; Dealio Toolbar 3.2; TheWorld),gzip(gfe),gzip(gfe) Xref: news.ccsf.jp fj.life.religion:21148 S=E1bado, 12 de julio, a=F1o 2008 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador =96 Iberoam=E9rica (Felices Fiestas Julianas de Guayaquil 2008 a todas nuestras familias dentro y fuera de nuestras tierras. Muchas felicidades a todos y que se gocen en estos d=EDas festivos con el Se=F1or Jesucristo y con las bendiciones abundantes de su Esp=EDritu Santo, delante de nuestro Padre Celestial y de sus =E1ngeles fieles. Tambi=E9n deseo felicitar a la Liga Deportiva de Quito (LDQ) por haber tra=EDdo la Copa Santander de Libertadores a Quito y despu=E9s a Guayaquil, para felicidad de muchos de nuestro mundo futbol=EDstico en todo el ecuador y Am=E9rica; pues ahora son campeones del f=FAtbol iberoamericano. Por ello, les damos las merecidas gracias al SE=D1OR, por tan gran victoria y bendici=F3n el cual, ciertamente, toca a cada uno de nuestros corazones de una manera u otra. Que las victorias de LDQ no se paren con =E9sta victoria en el Maracan=E1 de Brasil, sino que tambi=E9n siga hacia otros lugares de nuestro mundo futbol=EDstico, ya sea en Asia, como en Jap=F3n, por ejemplo, en Europa y en muchos lugares m=E1s. Y muchas felicidades a toda Espa=F1a por tener una gran selecci=F3n de f=FAtbol, la cual nos imparti=F3 muchas alegr=EDas tambi=E9n con cada uno d= e sus buenos juegos inolvidables. Y por jugar buen f=FAtbol espa=F1ol, ahora son los reyes del f=FAtbol europeo por mucho tiempo m=E1s; muchas felicidades a cada uno de ellos y a sus familias tambi=E9n, por ese buen f=FAtbol que escribieron desde Europa en nuestros corazones en cada uno de todos nosotros. Ciertamente que el f=FAtbol estuvo muy bueno en Europa y en nuestra Am=E9rica, que yo no me perd=ED ning=FAn juego; es m=E1s, volv=ED a ver cad= a juego una y otra vez en la televisi=F3n, sin cansarme nunca. Gracias al Se=F1or por todos ustedes una vez m=E1s, y que siga siempre adelante nuestro buen f=FAtbol hispano-iberoamericano con la ayuda y sus ricas bendiciones del cielo, en el nombre de nuestro Salvador Jesucristo.) (Cartas del cielo son escritas por Iv=E1n Valarezo) LA GLORIA DE DIOS NOS DA UN CORAZ=D3N NUEVO, PARA EL CIELO: Por cuanto, el coraz=F3n de Ad=E1n que est=E1 instalado en nuestros pechos no es, bajo ninguna circunstancia, para vivir la vida santa del cielo, agradable, justa, perfecta, prospera, ni menos para exaltar y honrar el Esp=EDritu de Los Diez Mandamientos eternos del para=EDso delante de nuestro Padre Celestial y de sus huestes angelicales. Desesperadamente, desde el para=EDso Ad=E1n y Eva comenzaron a necesitar un coraz=F3n nuevo en sus pechos, para pas=E1rselos a sus reto=F1os; y s=F3= lo pod=EDan, ellos y sus hijos, recibir este nuevo coraz=F3n para el cielo, =ABclavados con sangre sant=EDsima de manos y pies a las manos y pies del gran rey Mes=EDas y sobre el monte santo de Jerusal=E9n, en Israel=BB. De otra manera, no hay salvaci=F3n posible para nadie, para siempre. Ciertamente, nuestro Padre Celestial nos dar=E1 un coraz=F3n nuevo y pondr=E1 un esp=EDritu nuevo tambi=E9n dentro de cada uno de nuestros pechos, si tan s=F3lo creemos en su Hijo amado, nuestro Se=F1or Jesucristo, y as=ED confesamos su nombre muy santo con nuestros labios, para perd=F3n de pecados y para bendici=F3n y salvaci=F3n eterna de nuestra= s almas vivientes. Y =E9ste coraz=F3n, de carne y no de piedra, es el que ama a su Hijo amado, nuestro Se=F1or Jesucristo, =ABtal como =E9l mismo siempre le ha amado desde mucho antes de los primeros d=EDas de la antig=FCedad y por siempre en la eternidad venidera de su nuevo reino sempiterno tambi=E9n=BB. Pues esta es la promesa de vida y de salud eterna, la cual nuestro Padre Celestial le hizo a nuestro padre Abraham y a cada uno de sus descendientes, en sus millares, como la arena del mar, para que ya no vivan m=E1s para sus vidas pecadoras, =ABsino para que vivan la vida del =C1rbol de la vida=BB, =A1nuestro Se=F1or Jesucristo! Dado que, s=F3lo el Esp=EDritu del =C1rbol de la vida =ABes la =FAnica verdadera vida reconocid= a por nuestro Padre Celestial=BB, la cual complace grandemente su coraz=F3n y su alma sant=EDsima y a su Esp=EDritu Santo tambi=E9n, en cada precepto y detalle inviolable del Esp=EDritu de sus sagradas Escrituras y de sus Ley viviente, por ejemplo. Por ello, nuestro Padre Celestial quitara de nuestro pecho de carne el coraz=F3n de piedra y de tinieblas eternas, =ABpara darnos un coraz=F3n del mismo esp=EDritu de luz y de la carne obediente al Esp=EDritu de Los Diez Mandamientos de su Hijo amado=BB, =A1nuestro Salvador Jesucristo! Efectivamente, =E9ste es el Esp=EDritu de Dios y de su Jesucristo, =ABlleno de los poderes sobrenaturales de su Esp=EDritu Santo para perfeccionar=BB no s=F3lo los corazones y las vidas de los =E1ngeles del cielo, sino tambi=E9n los corazones y las vidas de cada hombre, mujer, ni=F1o y ni=F1a de la humanidad entera, hoy en d=EDa y por siempre en la eternidad. Por lo tanto, =E9sta vida de nuestro Se=F1or Jesucristo, el =FAnico =C1rbol= de vida infinita de nuestros corazones, de nuestras almas y de nuestros cuerpos vivientes, =ABest=E1 llena de milagros, maravilla, prodigios y de sanidades sobrenaturales e incre=EDbles para alabar y honrar por siempre y para siempre a nuestro Padre Celestial que est=E1 en los cielos=BB. Visto que, s=F3lo el Esp=EDritu de vida y de salud infinita del gran rey Mes=EDas siempre ha cumplido y ha exaltado el Esp=EDritu de Los Diez Mandamientos divinos, por ejemplo, en el para=EDso y en toda la tierra tambi=E9n, eternamente y para siempre; es por eso que =ABnecesitamos a Jesucristo en nuestras vidas a todas horas de nuestras vidas=BB. Y el que piensa en su coraz=F3n de piedra que no necesita el Esp=EDritu del Se=F1or Jesucristo en su vida, para que su sangre santificada lo limpie y lo santifique a cada hora del d=EDa delante del Padre Celestial y de su Esp=EDritu Santo, entonces =ABest=E1 equivocado mortalmente como Ad=E1n, para mal de su vida y la de muchos inevitablemente=BB. En verdad, el que no camina con el Se=F1or Jesucristo en su coraz=F3n, entonces =ABest= =E1 caminando el mismo camino del coraz=F3n de piedra de siempre=BB, el cual lleva d=EDa y noche a la muerte eterna de Satan=E1s y de cada =E1ngel ca=ED= do del m=E1s all=E1, para que no viva m=E1s sino que muera infinitamente en su= s tinieblas eternas del infierno. Es por eso que debemos tener el Esp=EDritu del Se=F1or Jesucristo viviendo en nuestros corazones ya, para que sea por siempre =ABnuestro =FAnico Cordero Escogido de perd=F3n eterno, nuestro sumo sacerdote y salvador celestial de nuestras almas vivientes=BB, delante del Padre Celestial y de su Esp=EDritu Santo, en el para=EDso, en la tierra y en La Nueva Jerusal=E9n Colosal del cielo. Visto que, si seguimos viviendo con el coraz=F3n de carne y de tinieblas de Ad=E1n, entonces vamos de seguro a morir no solo en la tierra sino tambi=E9n en el infierno y en el lago de fuego y sobresaturados en nuestras mismas tinieblas de siempre, =ABpara jam=E1s conocer el Esp=EDritu de la felicidad de nuestro Padre Celestial en la eternidad=BB. Adem=E1s, nuestro Padre Santo no nos crea en su Esp=EDritu Santo para vivir tristes en el esp=EDritu de error y de maldiciones terribles de Ad=E1n y Eva, sino para que vivamos ya en el Esp=EDritu de nuestro Se=F1or Jesucristo: =ABporque s=F3lo =E9l es el =C1rbol de la vida para bendecir nuestras vidas d=EDa a d=EDa e infinitamente en el para=EDso=BB. Es m=E1s, nuestro Padre Celestial nos est=E1 diciendo desde siempre, que =FAnicamente el Esp=EDritu de su Hijo amado es nuestra verdadera vida, llena de gozo, felicidad y de bendiciones sin fin en la tierra y en La Nueva Jerusal=E9n Santa y Gloriosa del cielo, =ABpara alejarnos infinitamente de Satan=E1s y vivir juntos a =E9l y a su Esp=EDritu Santo para siempre=BB. Es decir, tambi=E9n que si no regresamos al =C1rbol de la vida, hoy mismo, =ABentonces seguiremos por el camino de la mentira=BB, el cual Ad=E1n y Eva emprendieron no en la tierra sino en el para=EDso: al no obedecer a nuestro Padre Celestial, para que comieran de su fruto de vida eterna, para emprender el camino de la nueva vida infinita. Aqu=ED, nuestro Padre Celestial a=F1ora en su coraz=F3n sant=EDsimo a toda hora, de que =AB= ya no demos un solo paso m=E1s en nuestras vidas, sin el Esp=EDritu de nuestro Se=F1or Jesucristo en nuestros corazones=BB, para que nuestros corazones dejen de ser corazones de piedra, sino que sean corazones de carne santa de su Hijo, =A1el =FAnico Salvador posible de nuestras almas inmortales! Entonces seamos obedientes delante de nuestro Padre Celestial, y no desobedientes delante de =E9l como Ad=E1n y Eva lo fueron en sus d=EDas, po= r ejemplo, (y as=ED muchos de sus hijos e hijas en el mundo tambi=E9n), =ABpara que volvamos a nacer, en un momento de fe y de oraci=F3n, con un coraz=F3n nuevo y de carne y no de piedra=BB. Desdichadamente, si seguimos viviendo la vida pecadora de Ad=E1n y Eva, la cual comenz=F3 en el para=EDso, entonces evidentemente moriremos en nuestras mismas tinieblas, como en las cuales siempre nos han cegado nuestros corazones y nuestros ojos desde el vientre de nuestras madres y hasta nuestras d=EDas, =ABpara no ver a Jesucristo como el Hijo de Dios jam=E1s= =BB, por ejemplo. Y si es as=ED, con cada uno de nosotros, en todas las naciones de la tierra, pues entonces =ABno conoceremos jam=E1s la primera luz del cielo=BB= , la cual nuestros corazones y almas infinitas siempre conocieron en el para=EDso mucho antes del comienzo del pecado en nuestras vidas, por el error de Ad=E1n y Eva al comer del fruto prohibido. Y, por tanto, =ABs=F3lo conoceremos las tinieblas de las maldiciones siempre=BB, como Ad=E1n y Eva las conocieron primeramente en el para=EDso por haberse acercado al =E1rbol de la ciencia del bien y del mal, y as=ED alejando sus corazones del =C1rbol de la vida, para mal eterno de muchos desdichados, desafortunadamente, perdidos infinitamente en el poder de la mentira del malvado. Y esto ha de ser as=ED con cada uno de nosotros, de la misma manera que fue con Ad=E1n y Eva, por ejemplo, en el d=EDa de su partida del para=EDso = o de sus muertes biol=F3gicas en la tierra, =ABpara jam=E1s volver a tener la oportunidad de ver a Dios y a su Jesucristo en la luz del Esp=EDritu Santo=BB. Y esta es una maldici=F3n terrible, hoy en d=EDa, la cual muy f=E1cilmente podemos evitar o borrar en nuestras vidas pecadoras, con tan s=F3lo invocar el nombre sagrado del =C1rbol de la vida eterna del para=EDso, =A1nuestro Salvador Jesucristo! En la medida en que, donde est= =E1 Satan=E1s, entonces nuestro Dios lucha d=EDa y noche en contra de =E9l y de su esp=EDritu de error, por medio de los poderes sobrenaturales de su Hijo amado y de su Esp=EDritu Santo tambi=E9n, =ABpara liberar aquella alma perdida en las mentiras de Satan=E1s y de la serpiente antigua del Ed=E9n eterno, por ejemplo=BB. Y as=ED ese hombre, mujer, ni=F1o o ni=F1a de la tierra, como t=FA y yo, ho= y en d=EDa, por ejemplo, mi estimado hermano y mi hermana, ya no siga viviendo m=E1s para las maldiciones del m=E1s all=E1, como del mundo de los muertos, =ABsino s=F3lo viva para las bendiciones santas y eternas de nuestro Dios y de nuestro Se=F1or Jesucristo=BB. Adicionalmente, nuestro Padre Celestial no s=F3lo tuvo misericordia para con Ad=E1n y Eva sino tambi=E9n para con cada uno de nosotros, y nos dio desde el para=EDso la esperanza de muy pronto volver a ver el =C1rbol de la vida en nuestras vidas, =ABpero con un coraz=F3n de carne y no de piedra (como el de Ad=E1n = o Eva, por ejemplo)=BB. Y esta vez ser=E1, sin duda alguna, libres infinitamente de Satan=E1s y de los poderes terribles del pecado destructor en sus corazones de piedra, sino, en sus pechos, =ABllenos de nueva vida y de salud sin fin en un coraz=F3n totalmente nuevo y de carne, como de la misma carne de su Hijo amado=BB, =A1nuestro Salvador Jesucristo! Adem=E1s, esta vez seria, aunque nadie lo crea as=ED en su coraz=F3n de piedra, clavado de sus manos y de sus pies del Hijo de Dios y sobre la cima del monte santo de Jerusal=E9n, en Israel, =ABpara jam=E1s volver a separar de =E9l, de su Dio= s y Hacedor de su nueva vida infinita en la tierra y en el cielo=BB. Puesto que, esta es la =FAnica manera por la cual no s=F3lo Ad=E1n y Eva no volver=E1n a separarse de su Dios y Creador de sus vidas, sino que tambi=E9n cada uno de sus hijos e hijas en toda la creaci=F3n celestial, eternamente y para siempre, pues comer=E1n y beber=E1, por inicio, de su =C1rbol de la vida, =A1nuestro rey Mes=EDas! Incluso, =E9sta luz sobrenatur= al es la misma luz del Esp=EDritu Santo de Dios, =ABel cual siempre ha sido mucho m=E1s brillante que el sol en los corazones=BB de los =E1ngeles del cielo y as=ED tambi=E9n en nuestros corazones humanos, de cada uno de nosotros, en nuestros millares, de todas las razas, familias, pueblos, linajes, ciudades y reinos de la tierra. Y de esta luz divina, nuestro Se=F1or Jesucristo declara abiertamente a sus ap=F3stoles, dici=E9ndoles: =ABYo soy la luz del mundo, el que camina e= n m=ED no tropezara jam=E1s, sino que caminara seguro por su camino de vida por toda la tierra y hasta aun m=E1s all=E1 de su nueva vida infinita del nuevo reino de Dios, en los cielos=BB. Equivalentemente, para los que creen en su nombre salvador (de nuestro Se=F1or Jesucristo), entonces =E9l mismo los declara abiertamente, asegur=E1ndoles, de que ellos =ABson la luz del mundo entero=BB, (y esto no es solamente de los creyentes de la antig=FCedad, sino tambi=E9n de todos nosotros, los nuevos creyentes, hoy en d=EDa y para siempre en la nueva eternidad venidera). Ahora, por =E9sta palabra t=FA, mismo mi estimado hermano y hermana, eres la luz divina de nuestro Padre Celestial, de su Esp=EDritu Santo y del =C1rbol de la vida, nuestro Se=F1or Jesucristo, =ABpara alumbrar mucho m=E1= s fuerte que sol sobre cada una de las tinieblas mentirosas y malvadas de Satan=E1s y de sus =E1ngeles ca=EDdos en toda la tierra=BB. Porque cada mentira de Satan=E1s es una tiniebla m=E1s en el coraz=F3n del hombre y de la mujer, para maldici=F3n, enfermedad y destrucci=F3n de su vida en la tierra y en el fuego eterno del infierno, indiscutiblemente. Por ello, =E9sta es la =FAnica luz divina que puede resplandecer m=E1s fuerte que cualquier otra luz del cielo y cubrir todas las tinieblas de Satan=E1s para no hacer m=E1s da=F1o, =ABasimismo como el Esp=EDritu de = la sangre sacrificada e expiatoria de nuestro Se=F1or Jesucristo cubre nuestros pecados, para que no vuelvan a ser vistos por nuestro Padre Celestial jam=E1s=BB. Porque toda maldici=F3n o mal en general, que viene a la vida del hombre y de la mujer, =ABes simplemente por culpa de nuestros pecados del pasado o de siempre que habitan en nuestros corazones de piedra=BB, como el coraz=F3n de Ad=E1n y Eva en el para=EDso, = por ejemplo, para mal de sus vidas y de los dem=E1s. Pero si estos mismos pecados son cubiertos por el Esp=EDritu de la sangre sacrificada de nuestro rey Mes=EDas de todos los tiempos, como en la antig=FCedad sobre los altares altos del SE=D1OR en Israel, pues entonces los males ya no vienen a nuestras vidas, sino =ABque pasan de largo para caer en donde no est=E1 la sangre expiatoria del Cordero de Dios=BB. Sin duda alguna, los males ya no vienen a nuestras vidas m=E1s =ABporque ya no hay pecados=BB, sino que s=F3lo estar=E1 la limpieza pura y santa, la cual la sangre sant=EDsima de Jesucristo nos la puede dar a nuestras vidas y almas infinitas delante de nuestro Padre Celestial y de su Esp=EDritu Santo, por ejemplo, hoy en d=EDa y para siempre. Adem=E1s, la sangre santificadora de nuestro Se=F1or Jesucristo es tan viva y llena de tu misma vida infinita, mi estimado hermano y hermana, quienquiera que sea en toda la tierra, para perdonar tus pecados, lavarte de todo mal del enemigo de tu vida, y as=ED =ABdevolverte =E9se coraz=F3n de carne, lleno de amor, paz, gozo, felicidad de nuestro Padre Celestial=BB. Y con esto nuestro Padre Celestial te est=E1 manifestando claramente, que =E9l mismo ha tenido un coraz=F3n de carne y no de piedra para instalarlo en tu pecho, =ABel cual solamente se encuentra en el mismo pecho de Jesucristo, latiendo vida y sangre expiatoria para limpiarte de los males del pasado y darte una vida llena de bendiciones sin fin=BB. Ciertamente, esto es poder para gloria y para santidad infinita del coraz=F3n sant=EDsimo de nuestro Padre Celestial y de su Esp=EDritu Santo e= n la vida de cada hombre, mujer, ni=F1o y ni=F1a de la humanidad entera, =ABgracias a la obra suprema de nuestro Se=F1or Jesucristo sobre la cima del monte santo de Jerusal=E9n, en Israel, para fin del pecado original=BB. Por ello, s=F3lo el Esp=EDritu Santo nos puede alumbrar en nuestras tinieblas de siempre en nuestros corazones, =ABpara poder entonces ver al Se=F1or Jesucristo en el esp=EDritu y en la verdad infinita de la palabra de perd=F3n, de bendici=F3n, de vida y de prosperidad eterna=BB en la tierra y as=ED tambi=E9n en la nueva vida infinita del nuevo reino celestial. Realmente, sin el Esp=EDritu del Se=F1or Jesucristo en nuestras vidas, entonces somos como sin ojos para ver delante de nosotros las trampas que el enemigo siempre pone para hacernos caer en alguno de ellas =ABy as=ED poco a poco quitarnos la vida y las bendiciones que nuestro Padre Celestial nos ha confiado, para gloria de su nombre muy santo=BB. Es decir, tambi=E9n, que todo aquel que camina por toda la tierra sin el Esp=EDritu del Se=F1or Jesucristo, entonces =ABest=E1 caminando en profunda ceguera espiritual de su coraz=F3n de piedra, para no ver nunca nada de nada delante de =E9l y de los suyos, por ejemplo, en la tierra y as=ED tambi=E9n en la eternidad=BB. Y nuestro Dios no nos creo ciegos a ninguno de nosotros jam=E1s, sino videntes, para verlo a =E9l, a su Esp=EDritu Sant= o y en la mayor=EDa de los casos a su Hijo amado primeramente, =A1el =FAnico =C1rbol de la vida eterna del para=EDso, de la tierra y de La Nueva Jerusal=E9n Celestial del m=E1s all=E1! Ahora, si esta misma persona recibe el nombre del Se=F1or Jesucristo en su coraz=F3n perdido, entonces puede ver muy bien todo y hasta lo que no pueda ver normalmente tambi=E9n, puesto que =ABnuestro Padre se lo revelara a =E9l o a ella por el poder sobrenatural de su Esp=EDritu Santo, (el cual desciende a nosotros desde el comienzo del mundo entero). Es por eso que es muy bueno cambiar del coraz=F3n de piedra de Ad=E1n y Eva, por el coraz=F3n lleno de luz del cielo, =ABel cual nuestro Padre Celestial intento entreg=E1rselo no s=F3lo a Ad=E1n en su d=EDa en el para= =EDso, sino tambi=E9n a cada uno de sus hijos e hijas en toda la tierra=BB, (como t=FA y yo, hoy mismo, por ejemplo, mi estimado hermano y hermana). Para que ya no seamos ciegos en nuestros corazones de piedra y en nuestras vidas tocadas constantemente por los poderes de las profundas tinieblas de Satan=E1s y de sus =E1ngeles ca=EDdos, sino que =ABseamos videntes de todo lo bueno que nuestro Padre Celestial nos da por medio de su Hijo amado, su =C1rbol de la vida=BB, =A1nuestro Se=F1or Jesucristo! Adem=E1s, sin la luz del Esp=EDritu Santo no s=F3lo nadie no podr=E1 jam=E1= s leer el Esp=EDritu de Los Diez Mandamientos, sino que tambi=E9n jam=E1s podr=E1 ver a su gran rey Mes=EDas, =ABpara alcanzar por fin a ver al Padre Santo que est=E1 en los cielos, esperando por cada uno de nosotros regrese a =E9l=BB, =A1a su casa grande de lujo del cielo! Visto que en el cielo, con nuestro Padre Celestial y con su Esp=EDritu Santo, cada uno de nosotros tiene una mansi=F3n, una casa de gran lujo infinito, en donde habitar eternamente y, adem=E1s, seremos siempre felices y en perfecta comuni=F3n con nuestro Hacedor, =ABporque ahora nuestros corazones ya no ser=E1n de piedra, sino de la carne y la sangre bendita de Jesucristo=BB. Es m=E1s, nadie podr=E1 verdaderamente vivir su vida terrenal o celestial =ABsi no tiene primeramente un coraz=F3n y de carne santa e inmolada como la del Se=F1or Jesucristo=BB, para ver siempre las cosas bien en todo lo largo y lo ancho del reino de los cielos y de sus millares de huestes angelicales, por ejemplo. Fue por esta raz=F3n que Ad=E1n y Eva tuvieron que salir del para=EDso inmediatamente, =ABporque sus corazones se volvieron piedra=BB, como los corazones de piedra inquebrantable y hasta en muchos cosos inhumanos: =ABya que no han gustado jam=E1s el bien eterno del fruto del =C1rbol de la vida del para=EDso=BB, =A1nuestro Se=F1or Jesucristo! Y el Esp=EDritu Santo viene a nosotros d=EDa y noche y sin cesar, para entregarnos =E9se coraz=F3= n tan santo e importante en nuestros pechos, =ABpara poder comenzar a ver a nuestro Dios y a cada una de sus muchas cosas espirituales, de las cuales nos hablan de =E9l y nos acercan cada vez m=E1s al para=EDso con gra= n amor fraternal=BB. Por cuanto, nuestro Padre Celestial no s=F3lo es nuestro Dios, sino que tambi=E9n es nuestro Padre Santo, como nuestro progenitor original; porque hemos salido de =E9l cada uno de nosotros de todas las familias de las naciones, =ABcomo de su coraz=F3n, de sus manos y de su imagen y conforme a su semejanza celestial, para vivir su vida santa y pura infinitamente=BB. Es por eso =ABque nuestro Dios comenz=F3 a enviar del Esp=EDritu de sus ordenanzas santas sobre toda la tierra=BB, desde los primeros d=EDas de la creaci=F3n del cielo y de la tierra, para que el hombre pueda, en un d=EDa como hoy, por ejemplo, recibir el entendimiento de cada uno de sus mandamientos de paz, gozo, felicidad, salud y vida eterna. Y =E9ste es el verdadero Esp=EDritu de la Ley divina ha favor de cada uno de nosotros infinitamente, gracias al Esp=EDritu de la sangre compensadora de nuestro Salvador Jesucristo, para cubrir nuestros pecados y hacernos instant=E1neamente hijos e hijas de Dios, en un momento de fe y de oraci=F3n en la tierra y para la nueva eternidad venidera tambi=E9n. Adem=E1s, =E9ste Esp=EDritu Sagrado de nuestro Padre Celestial es, ni m=E1s= ni menos que, de su misma Ley viviente, su =C1rbol de la vida, su Cordero Escogido, su sumo sacerdote, su gran rey Mes=EDas de todos los tiempos, su Hijo unig=E9nito, el Hijo de David, =A1nuestro Salvador Jesucristo! Y como nuestro Se=F1or Jesucristo no hay otro igual en el cielo ni en la tierra para ser el gran rey Mes=EDas y Redentor de Israel y de las naciones de toda la tierra; y, por tanto, =ABcualquiera que se declare Mes=EDas o Cristo es un ladr=F3n y mentiroso ante Dios y la humanidad entera, para siempre=BB. (Y el lugar eterno de todo mentiroso, calumniador, infame, malvado, blasfemo, Mes=EDas o Cristo falso es el lago de fuego, la segunda muerte final de su alma viviente en esta vida y en la venidera tambi=E9n, eternamente y para siempre.) Es por eso que nuestro Dios comenz=F3 a llenar la tierra en el principio de su Esp=EDritu Santo, de su Ley sant=EDsima, de su =C1rbol de la vida, de su unig=E9nito, =ABpara que hoy en d=EDa entr=E9 en nuestros corazones y se qued=E9 con cada uno de nosotros, de todas las familias, razas, pueblos, linajes, tribus y reinos de la tierra=BB. En otras palabras, antes que nuestro Padre Celestial llenara al hombre y a la mujer de su Esp=EDritu Santo, primero tuvo que llenar la tierra a lo largo y a lo ancho, para que todo sea lleno de su Esp=EDritu Santo, =ABas=ED como su para=EDso y su reino de los cielos son llenos del Esp=EDritu de sus sagradas Escrituras, por ejemplo=BB. (En la medida en que, todo es verdad en el para=EDso y en el reino de Dios; y la mentira de Ad=E1n y Eva ya no existen en ning=FAn lugar celestial, porque el Esp=EDritu de la sangre del Se=F1or Jesucristo lo cubri=F3 todo y para todos de una vez por todas y para siempre para la eternidad venidera.) Justamente, esto es de ser lleno infinitamente de su gloria, como de cada palabra, letra, tilde y significado eterno de sus ordenanzas gloriosas de vida eterna y, adem=E1s, s=F3lo en el poder sobrenatural del Esp=EDritu de la sangre sacrificada y vida honrada de su Hijo unig=E9nito, nuestro Salvador Jesucristo, para que todos nosotros vivamos, y jam=E1s veamos la muerte del infierno. Y nuestro Padre Celestial nos toca y llena de su Esp=EDritu Santo, desde el g=E9nesis del cielo y la tierra, porque su nueva vida tiene que ser vivida por todos los hombres, mujeres, ni=F1os y ni=F1as del mundo entero, as=ED como los =E1ngeles fiele= s, llenos de su Esp=EDritu Santo; de lo contrario, =ABnadie podr=E1 vivir jam= =E1s su nueva vida infinita=BB. Como Ad=E1n y Eva por ejemplo, despu=E9s de haber pecado en contra de Dios y de su Hijo amado, el =C1rbol de la vida eterna del para=EDso al no comer de su fruto y de salud infinita de sus corazones eternos, entonces =ABambos desearon quedarse a vivir en el cielo con Dios y con sus =E1ngeles como de costumbre, pero no pudieron=BB. No pudieron seguir viviendo en la tierra santa del para=EDso, ni por un s=F3lo instante m=E1s (peor a=FAn sus hijos e hijas), =ABpuesto que el coraz=F3n que estaba en ellos se volvi=F3 piedra, desdichadamente, lleno del esp=EDritu de error y de rebeli=F3n al nombre muy santo de nuestro Padre Celestial y de su Hijo unig=E9nito=BB, =A1nuestro Se=F1or Jesucristo! Es decir, que los corazones de Ad=E1n y Eva y as=ED tambi=E9n de cada uno d= e sus descendientes, por inicio, hab=EDan pasado a ser de carne santa de las manos de Dios, a convertirse en corazones de piedra para no respetar, =ABni menos honrar a nuestro Padre Celestial y a su =C1rbol de la vida eterna=BB, =A1nuestro Salvador Jesucristo! Y esto es pecado mortal para la tierra santa del para=EDso y as=ED tambi=E9n del reino de los =E1ngeles, por ejemplo; por eso, =ABAd=E1n y Eva no pod=EDan quedarse en el cielo para seguir viviendo sus vidas normales=BB, en las cuales nuestro Dios los creo en sus manos santas en el principio de las cosas, sino que tuvieron que descender a la tierra. Para que ambos, Ad=E1n y Eva y tambi=E9n su linaje humano, enteramente, fuesen entonces sus corazones de piedra (por culpa de las mentiras de Satan=E1s), cambiarse, en un momento de oraci=F3n y de fe, en corazones de carne santa en sus pechos, =ABcapaces de recibir al Se=F1or Jesucristo, como su fruto de vida eterna, para gloria infinita de su nombre sant=EDsimo=BB. Por ello, es la responsabilidad primordial del Esp=EDritu Santo delante de nuestro Padre y de sus =E1ngeles, de llevar a cada hombre, mujer, ni=F1o y ni=F1a a la luz celestial m=E1s gloriosa del cielo = y de sus estrellas infinitas, =ABpara ver al Se=F1or Jesucristo cara a cara, no s=F3lo en nuestros nuevos corazones sino tambi=E9n a cada hora del d=EDa infinitamente=BB. Porque la verdad es que, =ABsin la presencia del Esp=EDritu de Dios y de su palabra santa en nuestras vidas, entonces jam=E1s podremos acercarnos a nuestro Se=F1or Jesucristo=BB, para comer de su pan celestial, ni menos beber de su agua de vida y salud eterna, para no volver a tener hambre, ni menos sed en nuestras almas infinitas. Ahora, si logramos conocer al Se=F1or Jesucristo en nuestras vidas, entonces =ABvamos camino al para=EDso paso a paso, pero seguros de alg=FAn d=EDa, y no muy lejano, d= e ver cara a cara a aquel que nos creo en su coraz=F3n y luego en sus manos santas con la ayuda id=F3nea de su Esp=EDritu Santo y de su unig=E9nito=BB, =A1el Todopoderoso! Presentemente, nuestro Padre Celestial nos da un coraz=F3n nuevo no de la carne pecadora de Ad=E1n y Eva, por ejemplo, el cual vive en nuestros pechos pecaminosos, =ABsino del mismo coraz=F3n de carne y de sangre muy santa y saludable, llena de bendiciones y de salud eterna del =C1rbol de la vida=BB, =A1nuestro Salvador Jesucristo! Porque s=F3lo con =E9ste coraz= =F3n sant=EDsimo de su unig=E9nito es que podemos a amar a nuestro Creador y a sus cosas gloriosas de su vida sant=EDsima, de las cuales alegran su coraz=F3n d=EDa y noche y sin cesar en el cielo, por ejemplo; por eso, =ABe= l Esp=EDritu del Se=F1or Jesucristo es de gran impacto en nuestras vidas hoy m=E1s que nunca=BB. En realidad, esto es hoy en d=EDa y como en los primeros d=EDas de la antig=FCedad en el para=EDso y en la tierra tambi=E9n, =ABde sentir y vivir con el Esp=EDritu de nuestro gran rey Mes=EDas, latiendo vida en nuestros corazones=BB, de los cuales por culpa del pecado de Ad=E1n y Eva estaban totalmente muertos a la verdadera vida angelical. Ya que, sin el Esp=EDritu del coraz=F3n sant=EDsimo y de carne inmolada de nuestro Se=F1or Jesucristo, entonces =ABno podr=E1 ninguno de nosotros, as=ED como Ad=E1n e= n el para=EDso, vivir la nueva vida eterna de nuestro Padre Celestial, ni menos conocerle cara a cara=BB, como s=F3lo el coraz=F3n sant=EDsimo de su Hijo amado le conoce desde siempre, por ejemplo. Objetivamente, esto es en cada uno de nosotros, y m=E1s no en nuestros corazones de carne pecadora del para=EDso, sino de corazones nuevos y llenos de poderes y glorias del perd=F3n eterno, de sanidades incre=EDbles y hasta imposibles de creer, de felicidades jam=E1s so=F1adas y, por tanto =ABde un gozo de salvaci=F3n imposible de explicar a nadie con nuestras lenguas humanas=BB. Ahora, somos as=ED d=EDa a d=EDa en todos los lugares d= e la tierra y como ya viviendo en el para=EDso, por ejemplo, porque nuestro Se=F1or Jesucristo vive en nuestros nuevos corazones, =ABpara hacer la voluntad santa y perfecta de nuestro Padre Celestial infatigablemente, para que ya no vivamos m=E1s para el pecado sino s=F3lo para la nueva vida eterna del cielo=BB. Desde que, para vivir ya la nueva vida infinita de nuestro Padre Celestial y de su Esp=EDritu Santo, entonces, cueste lo que cueste, tenemos que haber recibido el coraz=F3n del =C1rbol de la vida en nuestros pechos humanos, el de su Hijo amado, nuestro =FAnico gran rey Mes=EDas posible de todos los tiempos en la tierra y en el cielo para siempre. Porque nuestro rey Mes=EDas, no s=F3lo es para redimirnos del poder condenador del Esp=EDritu de Los Mandamientos, por haberlo quebrando y deshonrado en nuestras vidas de cada d=EDa, sino que tambi=E9n =ABes nuestr= o gu=EDa y rey espiritual en la eternidad venidera de La Nueva Jerusal=E9n Sant=EDsima del cielo, pero =FAnicamente con su coraz=F3n de carne instalad= o ya en nuestros pechos=BB. Es decir, que el coraz=F3n de pecado, de mentiras y de tinieblas terribles de Ad=E1n y Eva tiene que salir de nuestros pechos y as=ED dejar que sea reemplazado por el coraz=F3n santo y de carne de nuestro Se=F1or Jesucristo, =ABpara que nuestro Padre sea infinitamente feliz con cada uno de nosotros, desde hoy mismo y por siempre en el cielo=BB. De otra manera, sin el coraz=F3n sagrado y de carne santa de nuestro Salvador Jesucristo viviendo ya en nuestros pechos humanos, entonces no podremos jam=E1s conocer la felicidad celestial ni menos a nuestro Hacedor y Fundador de nuestras nuevas vidas infinitas del cielo; ciertamente, que =ABestamos m=E1s pedidos que nunca, sin Jesucristo en nuestras vidas, como de costumbre=BB. NUESTRA VIDA EST=C1 ASEGURADA EN NUESTRO SE=D1OR JESUCRISTO: Acertadamente, =E9ste es el testimonio verdadero del cielo de hoy: que nuestro Padre Celestial nos da vida eterna, y =E9sta nueva vida existe =FAnicamente en su unig=E9nito, nuestro Salvador Jesucristo, para cada hombre, mujer, ni=F1o y ni=F1a de la humanidad entera; as=ED como primeramente se lo ofreci=F3 a Ad=E1n, en el d=EDa que le dijo: =ABalim=E9n= tate del =C1rbol de la vida=BB. Ya que, s=F3lo el Hijo de Dios es el fruto de la vida para =E1ngeles, arc=E1ngeles, serafines, querubines y dem=E1s seres santos del cielo y as=ED tambi=E9n para la humanidad entera, =ABpara vivir = y alcanzar cada una de las bendiciones de nuestro Padre Celestial y de su Esp=EDritu Santo en nuestro diario vivir de hoy en d=EDa y en la eternidad=BB. Puesto que, el que tiene al Hijo tiene la vida asegurada ya en su alma infinita y escrita en el libro de la vida tambi=E9n; y el que no tiene al Hijo de Dios no tiene nada de vida en esta vida ni en la venidera tampoco, sino que =ABsu nombre sigue tristemente escrito en el libro de los muertos=BB. (Esto le debiera dar miedo a cualquier, como a los mismos =E1ngeles ca=EDdos del cielo, por ejemplo, de saber que su nombre presentemente est=E1 escrito en el libro de Satan=E1s y del =E1ngel de la muerte, y m=E1s no escrito, como Dios manada, en el libro de la vida eterna de su Hijo amado, =A1nuestro Salvador Jesucristo!) Y nuestro Padre Celestial no nos creo para la muerte de Satan=E1s jam=E1s, sino para vivir la vida infinita desde ya de su =FAnico Hijo amado del cielo y de la tierra, =ABen quien no hay falsedad, ni mentira alguna para nadie sino s=F3lo perd=F3n y salud infinita para los que se acercan a =E9l, por amor a nuestro Padre Celestial=BB. En la medida en que, nadie puede acercase al Se=F1or Jesucristo y recibirlo en su coraz=F3n como su salvador y sumo sacerdote de su alma infinita en el para=EDso o en la tierra, =ABsi primeramente su coraz=F3n no ama a su Dios y Fundador de su vida, el cual est=E1 en el cielo=BB, =A1nuestro Padre Celestial! Es decir, tambi=E9n que posiblemente Ad=E1n y Eva no amaban a nuestro Padre Celestial, despu=E9s de =E9l haberlos creado en su coraz=F3n y con sus manos santas en su imagen y conforme a su semejanza celestial, =ABporque a=FAn no conoc=EDan al Se=F1or Jesucristo co= mo su Cordero Escogido o como su =FAnico fruto de vida eterna para sus corazones eternos=BB. Por esta raz=F3n, nadie podr=E1 amar verdaderamente e= l Esp=EDritu Santo de Los Diez Mandamientos, si no ama primeramente al gran rey Mes=EDas de todos los tiempos en su coraz=F3n, el Hijo de David, el =FAnico salvador del mundo, =A1nuestro Se=F1or Jesucristo!; y el que lo maldice, =ABrealmente est=E1 maldiciendo a Dios y al Esp=EDritu de su Ley sant=EDsima, sin duda alguna=BB. Porque la verdad es que si Ad=E1n y Eva hubiesen amado a su Padre Celestial y Dios de sus almas infinitas, entonces =ABhubiesen amado f=E1cilmente a su Hijo amado, el =C1rbol de la vida del para=EDso y de toda la tierra, nuestro gran rey Mes=EDas de todos los tiempos, nuestro Se=F1or Jesucristo=BB, =A1para comer de su fruto de vida eterna siempre! Pero, por lo visto, Ad=E1n y Eva no conoc=EDan el Esp=EDritu de amor entre Dios y su Hijo amado todav=EDa: ambos estaban ciegos, en aquellos primeros d=EDas de vida, =ABporque el Se=F1or Jesucristo estaba lejos de sus corazones reci=E9= n formados en las manos de Dios, para gloria de su nombre muy santo entre sus huestes angelicales del m=E1s all=E1=BB. Asimismo, como nuestros corazones, por ejemplo, cuando nacemos en la tierra, no conocemos el amor de Dios y de su Jesucristo, si primeramente no o=EDmos las palabras del evangelio eterno, para que, Dios comience a llevarnos a los pies del =C1rbol de la vida y sobre el monte santo de Jerusal=E9n, =ABpara eliminar nuestro pecado original y entonces recibir el perd=F3n eterno=BB. Visto que, nuestro Padre no s=F3lo le puso fin a nuestros pecados y cada uno de sus males eternos sobre el =C1rbol de la vida y sobre el monte santo en las afueras de Jerusal=E9n, en Israel, sino mucho m=E1s que todo esto; nuestro Dios nos habr=EDa los ojos de un coraz=F3n nuevo y de carne muy santa para la eternidad Sin duda alguna, nuestro Padre Celestial tambi=E9n sepulto cada una de nuestras transgresiones de la Ley santa en la muerte de nuestro Se=F1or Jesucristo, para que cuando resucitara en el Tercer D=EDa, pues entonces sean nuestras vidas libres de Satan=E1s infinitamente para no sufrir y morir m=E1s, sino s=F3lo vivir y gozar la vida infinitamente y por todas partes tambi=E9n. Y s=F3lo as=ED entonces comenzar a conocer el bien de las cosas del para=EDso y de la tierra y jam=E1s el mal de ninguna de todas ellas, en esta vida ni en la venidera tambi=E9n, eternamente y para siempre, para gloria y honra infinita del nombre muy santo de nuestro Padre Celestial y de su Hijo amado, =A1nuestro Se=F1or Jesucristo! Fue por este motivo que el Se=F1or Jesucristo les dec=EDa a sus disc=EDpulos, por ejemplo: =ABNadie puede venir a m=ED, sino le es enviado del Padre Celestial primero; y todo aquel que viene a m=ED, yo, bajo ninguna circunstancia, le hecho a fuera; porque cuando el hombre se acerca a su Mes=EDas, ya el Esp=EDritu Santo ha transformado su coraz=F3n milagrosamente=BB. Es decir, que el Esp=EDritu Santo de Dios ha comenzado una vez m=E1s su gran obra magistral de transformar el coraz=F3n pecador y de piedra del hombre, por un coraz=F3n del mismo Esp=EDritu, carne y sangre santa del =C1rbol de la vida, =ABpara que comience a vivir y a gozar la misma vida de su Hijo amado=BB, =A1nuestro Salvador Jesucristo! Con esto nuestro Se=F1or Jesucristo nos est=E1 declarando abiertamente que si estamos en =C9l, el mismo =C1rbol de la vida del para=EDso, entonces =ABestamos fuera del mundo de las tinieblas, para s=F3lo vivir seguidamente el mundo de la luz del reino de los cielos y de la nueva vida infinita de La Nueva Jerusal=E9n Santa y Perfecta del cielo=BB. Por cuanto, nadie puede entrar con toda confianza a la nueva vida sant=EDsima de La Nueva Jerusal=E9n Colosal del cielo, =ABsi primeramente n= o ha rechazado su coraz=F3n de piedra, para recibir un coraz=F3n sano, santo, puro, glorioso, amante de la Ley de Dios y de su autor intelectual, el Todopoderoso de Israel y de la humanidad entera=BB, =A1nuestro Padre Celestial! Con esto tambi=E9n nuestro Se=F1or Jesucristo nos est=E1 diciendo, que ya n= o estamos en el mundo de Satan=E1s, ni menos viviendo su vida inicua de siempre, odiosa de Dios y de su Jesucristo, por ejemplo, como de maldiciones y de muertes sin fin en la tierra y en el m=E1s all=E1, sino todo lo contrario. Pues desde ya hemos entrando a la nueva vida de nuestro Padre Celestial y de su Esp=EDritu Santo, la cual nuestro Dios siempre so=F1=F3, como cuando nos creaba en su coraz=F3n originalmente y en sus manos santas posteriormente, para vivirla en la eternidad celestial, =ABen donde sus =E1ngeles fieles junto con la humanidad entera vivir=E1n felices y alegres para siempre, indiscutiblemente=BB. De hecho, =E9sta es una vida mucho m=E1s real de la cual vivimos hoy en d=EDa en toda nuestra sustancia humana en la tierra, pues como ella no hay otra igual en toda la vasta creaci=F3n de Dios, y los =E1ngeles del cielo lo testifican as=ED con toda certeza de sus corazones y de sus labios para gloria infinita de Dios. S=ED, =E9sta es la verdadera vida por la cual nuestro Creador junto con su Esp=EDritu nos comenz=F3 a formar en sus manos primeramente en su imagen y conforme a su semejanza celestial, =ABdesde los primeros d=EDas de la eternidad para terminarla de construir, en el coraz=F3n de la sangre sacrificada y llena de bendiciones sin fin de su unig=E9nito=BB, =A1nuestro Salvador Jesucristo! En vista de que, para nuestro Padre Celestial es el coraz=F3n de su Hijo amado que tiene que transplantarse en nuestros pechos humanos, para que el Esp=EDritu de su sangre santa y expiatoria de todos nuestros pecados, no s=F3lo nos limpie de todo mal eterno, sino mucho m=E1s que esto. Y esto es que tambi=E9n nos colme de bendiciones sin fin en la tierra y en el para=EDso, como de las bendiciones espirituales que se ven y de los que no se (ven), por ejemplo, =ABpara enriquecer nuestras vidas profundamente con un coraz=F3n nuevo, no hecho del lodo de la tierra, sino como de la carne inmolada de nuestro Salvador Jesucristo=BB. Y es por eso que cuando recibimos al Se=F1or Jesucristo en nuestros corazones, entonces la obra que nuestro Padre Celestial empez=F3 en cada uno de nosotros, como cuando formaba a Ad=E1n en su coraz=F3n y en sus manos santas en el reino celestial, =ABpues comienza una vez m=E1s para terminarla en su d=EDa y en su hora gloriosa del cielo=BB. Adem=E1s, esta vez es concretamente para seguir su curso de formaci=F3n celestial, pero siempre fuera y lejos todo lo posible de Satan=E1s, =ABpara finalmente hacernos exactamente la persona que debemos de ser en su vida sant=EDsima y as=ED tambi=E9n en la vida muy santa de su Esp=EDritu Santo y= de su =C1rbol de la vida de su nuevo reino sempiterno=BB. Porque en la nueva vida infinita del nuevo reino celestial todos ser=E1n como Dios, como su Esp=EDritu Santo y con su Hijo amado, y quiz=E1s hasta los mismos =E1ngeles ser=E1n casi como nosotros, gloriosos y grandemente bendecidos como nuestro Se=F1or Jesucristo, =ABpero jam=E1s alcanzaran los =E1ngeles la gloria de ser la imagen y semejanza divina de nuestro Padre Celestial=BB. Es por eso que para nuestro Padre Celestial somos muy especiales para su coraz=F3n, para su alma y semejanza sant=EDsima hoy en la tierra y as=ED tambi=E9n, aun con mayor gloria que antes, en la nueva eternidad celestial, libres de Satan=E1s y, a la vez =ABllenos de bendiciones sin fin en nuestros nuevos corazones de carne santa y perfecta de Jesucristo=BB. Es por esta raz=F3n que en ning=FAn otro hay salvaci=F3n para el hombre, la mujer, el ni=F1o y la ni=F1a de la humanidad entera, ni a=FAn en los =E1nge= les m=E1s poderosos y gloriosos del reino de los cielos, sino s=F3lo en el fruto del =C1rbol de la vida, =A1nuestro Salvador Jesucristo! Y el que no cree =E9sta gran verdad celestial en su coraz=F3n de piedra, entonces est= =E1 pecando como Ad=E1n y Eva pecaron delante de Dios y de su Jesucristo, para mal de sus vidas y de los suyos tambi=E9n, desdichadamente; =ABy nuestro Dios no busca que el hombre peque, sino que le crea a su Jesucristo, antes hoy que ma=F1ana=BB. Por lo tanto, el que recibe al Se=F1or Jesucristo en su coraz=F3n, entonces ha de ser, sin duda alguna, porque nuestro Padre Celestial lo ha enviado a =E9l, para que reciba de su Hijo amado su misma vida sant=EDsima, =ABla cual le pertenece s=F3lo a =E9l, desde mucho antes de la fundaci=F3n del cielo y de la tierra, para vivirla hoy=BB. Si, as=ED es, est=E1s viviendo en el d=EDa y la hora cuando debes de recibir al Se=F1or Jesucristo como tu pan del cielo y como tu agua de vida y de salud eterna, =ABpara que no vuelvas a tener hambre ni sed jam=E1s en todo tu ser en la tierra y en el m=E1s all=E1 tambi=E9n, eternamente y para siempre=BB. Porque la vida que nuestro Padre Celestial nos da en el Se=F1or Jesucristo es para vivirla hoy, llena del perd=F3n eterno, de salud y de bendiciones sin fin, en esta vida y en la venidera tambi=E9n, =ABpara que s=F3lo conozcamos el Esp=EDritu de amor, paz, gozo, felicidad y la santidad infinita de nuestro Dios y Creador Celestial=BB, =A1el Todopoderoso! Visto que, hemos nacido para nuestro Padre Celestial desde las profundas tinieblas de la tierra y del vientre de nuestras madres, y as=ED tambi=E9n =ABdesde lo desconocido y no visto a=FAn de la gloria celestial e infinitamente gloriosa del Esp=EDritu de la sangre santa y de la vida honrada de nuestro =FAnico salvador de nuestras vidas=BB, =A1nuestro Salvador Jesucristo! Entonces todos no conoc=EDamos =E9sta nueva vida eterna, por la cual fuimos creados en el coraz=F3n y en las manos de Dios y de su Esp=EDritu Santo, sino hasta que nuestro Dios envi=F3 a su Hijo amado a Israel =ABpara manifestarla a cada uno de nosotros, si tan s=F3lo creemos en su nombre muy santo y salvador=BB, =A1nuestro Mes=EDas Jesucristo! Por lo tanto, para nuestro Padre Celestial s=F3lo el =C1rbol de la vida, su Hijo amado, =ABes el gran rey Mes=EDas para Ad=E1n y Eva en el para=EDso y as=ED tambi=E9n para cada hombre, mujer, ni=F1o y ni=F1a de todas las familias de la tierra=BB, para que alcancen el perd=F3n eterno y la vida misma eterna del cielo. Es por eso que nuestro Se=F1or Jesucristo les dec=EDa a sus disc=EDpulos un= a y otra vez: =ABYo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede entrar al reino de los cielos para ver cara a cara al Padre Santo, sino es solamente por m=ED=BB. Y sin el Esp=EDritu del Se=F1or Jesucristo viviendo = en nuestros corazones, entonces nadie sabr=E1 vivir su vida jam=E1s en la tierra, ni mucho menos en el m=E1s all=E1; realmente, =ABel hombre es un se= r sin coraz=F3n de carne en su pecho, totalmente perdido en sus tinieblas eternas del infierno, para jam=E1s ver la luz de la nueva vida del m=E1s all=E1=BB. En el m=E1s all=E1, como con Ad=E1n y Eva en el para=EDso, por ejemplo, o a donde sea que vaya su alma perdida sin Dios y sin la esperanza salvadora de su rey Mes=EDas, el Hijo de David, =A1el Todopoderoso de Israel y de las naciones! Ciertamente, est=E1bamos tan hundidos y perdidos infinitamente entre las mismas profundas tinieblas de cualquier hueco de la tierra o tumba humana del ayer, por ejemplo, para s=F3lo ver y conocer las tinieblas sin fin de los pecados y maldades de Satan=E1s y de sus =E1ngeles ca=EDdos, en esta vida y en el fuego eterno del infierno, la segunda muerte. Y es por eso que nuestro coraz=F3n de piedra sufre d=EDa y noche los embates del enemigo y de sus aliados de siempre, para destruirnos enteramente, =ABya que vivimos en su reino y bajo el poder de las mentiras y de sus muchos males eternos, como de los que no tienen fin alguno en la tierra ni en la eternidad infernal=BB. Pero nuestro Padre Celestial tuvo misericordia de cada uno de nosotros, y nos comenz=F3 a dar de la gracia redentora del fruto del =C1rbol de la vida, como se lo ofreci=F3 a Ad=E1n en el para=EDso primero, =ABpara que no muramos de hambr= e ni de sed jam=E1s, sino que seamos llenos del pan del cielo todos los d=EDas de nuestras vidas=BB. Pues s=F3lo tinieblas ve=EDan nuestros corazones d=EDa y noche en todos los lugares de la tierra por culpa de Ad=E1n, =ABy hasta que la luz del cielo se nos manifest=F3, por medio de la predicaci=F3n del evangelio del perd=F3n, de salud y de vida eterna, el Hijo de Dios, nuestro gran rey Mes=EDas de todos los tiempos=BB, =A1el Hijo de David! Ciertamente, que nuestro Padre Celestial estaba haciendo lo imposible para redimirnos de nuestros mismos males eternos, cambi=E1ndonos nuestros corazones, para que ya no sigamos por el camino de la maldad de Satan=E1s, sino que =ABcaminemos ahora en el camino de la verdad, la vida y de salud eterna del nuevo reino de Dios en la nueva eternidad venidera=BB, =A1nuestro Salvador Jesucristo! Porque el coraz=F3n nuevo y de carne que nuestro Padre nos da a cada uno de nosotros, de los que hemos cre=EDdo en su Hijo y en su nombre salvador, =ABs=F3lo sigue los pasos de =E9l en la tierra y del m=E1s all=E1 tambi=E9n, no importando jam=E1s por donde vayamos=BB; y en =E9ste camino milagroso hay poderes favorecedores siempre para todos. Pues nuestro Se=F1or Jesucristo trajo consigo cada soluci=F3n a nuestros problemas en la tierra y del para=EDso tambi=E9n, todo lo numeroso que sean todos ellos, de parte de Satan=E1s y del =E1rbol de la ciencia del bien y del mal, =ABpara sanar nuestras vidas y as=ED vivamos para nuestro Dios siempre, para finalmente conocerle como el Fundador de nuestras nuevas vidas infinitas=BB. Es decir, que con el Esp=EDritu de nuestro Se=F1or Jesucristo viviendo en nuestros corazones, como el gran rey Mes=EDas del cielo, como el Cordero Escogido de Dios, como el sumo sacerdote y el =FAnico salvador posible de nuestras almas eternas, pues entonces =ABya no somos de Satan=E1s y de sus maldiciones de siempre, sino de la vida sant=EDsima del cielo=BB. Es decir, tambi=E9n, que con el Se=F1or Jesucristo volvemos a nacer con un coraz=F3n no de piedra sino de Dios y de su Esp=EDritu Santo, para que las tinieblas ya no entren en ninguno de nosotros, =ABsino que s=F3lo entre la luz del cielo y de la vida gloriosa y bendita de los =E1ngeles fieles y beatos de Dios, por ejemplo=BB. Porque los =E1ngeles fieles son gloriosos y poderosos, llenos de amor por cada uno de nosotros, ya que somos la imagen y semejanza divina de nuestro Padre Celestial, de Jesucristo y de su Esp=EDritu Santo tambi=E9n, =ABpara bendecir y fortalecer nuestras vidas cada d=EDa, asimismo como fortalec=EDan a Jesucristo en sus d=EDas d=E9biles en el mundo, como cuando necesitaba del cielo=BB. Ahora, si somos de nuestro Padre Celestial, por medio del Esp=EDritu de nuestro Se=F1or Jesucristo y de su sangre sant=EDsima, entonces estamos caminando en la voluntad perfecta de nuestro Padre Celestial sobre toda la faz de la tierra, con un coraz=F3n que le ama verdaderamente, =ABpara s=F3lo conocer el bien de las cosas, ya sean del cielo o de la tierra=BB. Comprobado que, el camino de nuestro Hacedor es un camino santo y perfecto, lleno del Esp=EDritu del perd=F3n eterno y, a la vez, lleno de las bendiciones antiguas del reino de los cielos =ABpara satisfacer nuestros corazones y nuestras almas infinitas con milagros, maravillas y prodigios sin fin, los cuales nos llenaran de tantas cosas y poderes eternos diariamente=BB. Y estas bendiciones y poderes sobrenaturales del reino de Dios no s=F3lo son para nosotros, los que creemos en =E9l, por medio de su Hijo unig=E9nito, nuestro Salvador Jesucristo, =ABsino tambi=E9= n para todos los que han de creer muy pronto en sus nuevos corazones de carne, de que el Se=F1or Jesucristo es su Hijo en la tierra y para la eternidad=BB. Porque para vivir para nuestro Padre Celestial y as=ED servirle en la tierra como los =E1ngeles le sirven siempre, por ejemplo, en el reino de los cielos, pues entonces =ABnecesitamos diariamente muchas cosas y poderes incre=EDbles=BB, de los cuales no se encuentran en la tierra sino s=F3lo en el cielo y en el Esp=EDritu del =C1rbol de la vida eterna. Es com= o si nosotros somos una misma carne, una misma sangre y un mismo esp=EDritu en el =C1rbol de la vida, y el =C1rbol de la vida, a la vez, es como nosotros mismo, por ejemplo; no podemos vivir sin el uno y el otro; =ABtenemos que vivir juntos siempre, no importando jam=E1s las distancias entre el para=EDso y la tierra=BB. Por ello, sin todas estas cosas santas y poderes sobrenaturales y especiales de nuestro Padre Celestial y de su Esp=EDritu Santo, entonces =ABno podremos vivir ni un s=F3lo momento m=E1s en la tierra ni menos podremos servirle a =E9l, como es debido en todos los d=EDas de nuestras vidas=BB; es por eso que sin Jesucristo somos hombres infinitamente ciegos para Dios. No conocemos nada de nada, ni menos podemos ver nuestro camino de regreso al para=EDso o al nuevo reino de los cielos, como La Nueva Jerusal=E9n Santa y Gloriosa del cielo, por ejemplo; pues entonces =ABestamos tan perdidos como un cometa en el vasto firmamento sin rumbo alguno, sino la segura colisi=F3n con otro objeto cosmol=F3gico para fin de nuestro camino. Ciertamente, no tenemos poder alguno para regresar a nuestro Padre Celestial o al para=EDso para conocer a nuestra nueva vida celestial por vez primera, sino que estamos excluidos de la vida eterna y del reino angelical por falta de muchas cosas buenas en nuestras vidas y, adem=E1s =ABpor falta de los poderes sobrenaturales del perd=F3n eterno, bendiciones y de la salud infinita=BB. Y nuestro Dios nos ama, a=FAn as=ED, por eso viene a nosotros cada d=EDa con el Esp=EDritu de la sangre expiatoria de su =C1rbol de la vida, como el fruto de la vida, para darnos de comer de su Hijo y beber del Esp=EDritu de su sangre salvadora, =ABpara que ya no suframos m=E1s por falta de las cosas, sino mucho m=E1s todav=EDa=BB. En otras palabras, que todo lo bueno abunde en nuestras vidas, =ABas=ED como abundan las cosas buenas en las vidas de sus =E1ngeles fieles, sin que jam=E1s les falte ning=FAn bien=BB, para gloria y honra de su nombre sant=EDsimo, en esta vida y en la venidera tambi=E9n, eternamente y para siempre. Porque para nosotros vivir en la tierra y as=ED tambi=E9n en el para=EDso no s=F3lo necesitamos poderes especiales y muchas cosas buenas y gloriosas de nuestro Padre Celestial y de su Esp=EDritu Santo para enriquecer nuestras vidas espirituales, como los seres especiales del cielo, por ejemplo, sino que =ABtenemos que ser infinitamente saludables para hacerlo todo bien para nuestro Dios constantemente=BB. Y esta salud no puede ser como la de los =E1ngeles del cielo sino mucho mayor que la de ellos, as=ED como la misma salud infinita de nuestro Padre Celestial, por ejemplo, y es por eso =ABque debemos tener el Esp=EDritu de nuestro gran rey Mes=EDas ya viviendo en nuestros corazones, para ser saludables y fuertes para nuestro Dios siempre=BB. Pues =E9sta es la verdadera salud de nuestros corazones, esp=EDritus, almas y cuerpos humanos y m=E1s no la salud pecadora y muy d=E9bil de Satan=E1s o de Ad=E1n= , por ejemplo, =ABla cual hemos heredado de ellos por culpa del error de sus corazones de piedra, en contra no de =E1ngeles fieles, sino del mismo =C1rbol de la vida=BB, =A1nuestro Se=F1or Jesucristo! Y es por eso que desde el d=EDa que Ad=E1n y Eva se rebelaron en contra del fruto del =C1rbol de la vida eterna, pues entonces hemos comenzado a sufrir terriblemente todas clases de males terribles de nuestros corazones, esp=EDritus, almas y cuerpos humanos, =ABpara s=F3lo conocer el mal de las cosas y la muerte eterna del =E1ngel de la muerte=BB. Pero si tomamos en nuestras manos del fruto del =C1rbol de la vida de nuestro Padre Celestial y de su Esp=EDritu Santo, entonces estaremos retomando la vida eterna con valent=EDa, =ABla cual Ad=E1n y Eva despreciaron asombrosamente al comer del fruto prohibido del =E1rbol del mal eterno del para=EDso=BB, para destruir negligentemente sus vidas y la de su linaje humano tambi=E9n. Porque en el momento que mordemos del fruto del =C1rbol de Dios, entonces =ABlas tinieblas se apagan inmediatamente en nuestras vidas con sus maldiciones=BB, para que la luz de Dios y de su =C1rbol de la vida se encienda y llene nuestros corazones, esp=EDritus y cuerpos humanos con esas ricas bendiciones de salud y de vida, que no tiene fin. Dado que, cuando el Esp=EDritu de nuestro Se=F1or Jesucristo entra en nuestros corazones, =ABentonces tambi=E9n entra en toda la tierra para cada uno de nosotros, para apagar cada una de las tinieblas y dardos de maldad que Satan=E1s y sus =E1ngeles ca=EDdos lancen en contra de nosotros=BB y as=ED darnos luz por siempre en todas las cosas de nuestras vidas. Por todo ello, =E9ste es el verdadero testimonio del cielo hoy en d=EDa, que nuestro Padre Celestial nos da vida eterna, y =E9sta nueva vida est=E1 en el coraz=F3n de nuestros cuerpos glorificados, =ABel cual vive ya en el Esp=EDritu de la sangre santificada de nuestro Se=F1or Jesucristo=BB, =A1el =FAnico Salvador posible de nuestras almas eternas en la tierra y en el para=EDso! =A1Am=E9n! El amor (Esp=EDritu Santo) de nuestro Padre Celestial y de su Jesucristo es contigo. =A1Cultura y paz para todos, hoy y siempre! D=EDgale al Se=F1or, nuestro Padre Celestial, de todo coraz=F3n, en el nombre del Se=F1or Jesucristo: Nuestras almas te aman, Se=F1or. Nuestras almas te adoran, Padre nuestro. Nuestras almas te rinden gloria y honra a tu nombre y obra santa y sobrenatural, en la tierra y en el cielo, tambi=E9n, para siempre, Padre Celestial, en el nombre de tu Hijo amado, nuestro Se=F1or Jesucristo. LAS MALDICIONES BIBLICAS, para los que obran maldad d=EDa y noche, (Deuteronomio 27: 15-26): =93=91=A1Maldito el hombre que haga un =EDdolo tallado o una imagen de fundici=F3n, obra de mano de tallador (lo cual es transgresi=F3n a la Ley perfecta de nuestro Padre Celestial), y la tenga en un lugar secreto!=92 Y todo el pueblo dir=E1: =91=A1Am=E9n!=92 =93=91=A1Maldito el que le reste importancia a su padre o a su madre!=92 Y todo el pueblo dir=E1: =91=A1Am=E9n!=92 =93=91=A1Maldito el que cambie de lugar los limites de propiedad de su pr=F3jimo!=92 Y todo el pueblo dir=E1: =91=A1Am=E9n!=92 =93=91=A1Maldito el que desvi=E9 al ciego de su camino!=92 Y todo el puebl= o dir=E1: =91=A1Am=E9n!=92 =93=91=A1Maldito el que falsee el derecho del extranjero, del hu=E9rfano y= de la viuda!=92 Y todo el pueblo dir=E1: =91=A1Am=E9n!=92 =93=91=A1Maldito el que se acueste con la mujer de su padre, porque descubre la desnudes de su padre!=92 Y todo el pueblo dir=E1: =91=A1Am=E9n!= =92 =93=91=A1Maldito el que tenga contacto sexual con cualquier animal!=92 Y t= odo el pueblo dir=E1: =91=A1Am=E9n!=92 =93=91=A1Maldito el que se acueste con su hermana, hija de su padre o hija de su madre!=92 Y todo el pueblo dir=E1: =91=A1Am=E9n!=92 =93=91=A1Maldito el que se acueste con su suegra!=92 Y todo el pueblo dir= =E1: =91=A1Am=E9n!=92 =93=91=A1Maldito el que a escondidas y a traici=F3n hiera de muerte a su semejante, sin causa alguna!=92 Y todo el pueblo dir=E1: =91=A1Am=E9n!=92 =93=91=A1Maldito el que acepte soborno para matar a un inocente, sin causa alguna!=92 Y todo el pueblo dir=E1: =91=A1Am=E9n!=92 =93=91=A1Maldito el que no cumpla las palabras de esta ley, poni=E9ndolas = por obra en su diario vivir en la tierra!=92 Y todo el pueblo dir=E1: =91=A1Am= =E9n!=92 LOS =CDDOLOS SON UNA OFENSA / AFRENTA A LA LEY PERFECTA DE DIOS Es por eso que los =EDdolos han sido desde siempre: un tropiezo a la verdad y al poder de Dios en tu vida. Un tropiezo eterno, para que la omnipotencia de Dios no obre en tu vida, de acuerdo a la voluntad perfecta del Padre Celestial y de su Esp=EDritu Eterno. Pero todo esto tiene un fin en tu vida, en =E9sta misma hora crucial de tu vida. Has de pensar quiz=E1 que el fin de todos los males de los =EDdolos termine, cuando llegues al fin de tus d=EDas. Pero esto no es verdad. Los =EDdolos con sus esp=EDritus inmundos te seguir=E1n atormentando d=EDa y noche entre las llamas ardientes del fuego del infierno, por haber desobedecido a la Ley viviente de Dios. En verdad, el fin de todos estos males est=E1 aqu=ED contigo, en el d=EDa de hoy. Y =E9ste es el Se=F1or Jesucristo. Cree= en =C9l, en esp=EDritu y en verdad. Usando siempre tu fe en =C9l, escaparas lo= s males, enfermedades y los tormentos eternos de la presencia terrible de los =EDdolos y de sus huestes de esp=EDritus infernales en tu vida y en la vida de cada uno de los tuyos tambi=E9n, para la eternidad del nuevo reino de Dios. Porque en el reino de Dios su Ley santa es de d=EDa en d=EDa honrada y exaltada en gran manera, por todas las huestes de sus =E1ngeles santos. Y t=FA con los tuyos, mi estimado hermano, mi estimada hermana, has sido creado para honrar y exaltar cada letra, cada palabra, cada oraci=F3n, cada tilde, cada categor=EDa de bendici=F3n terrenal y celestial, cada honor, cada dignidad, cada se=F1or=EDo, cada majestad, cada poder, cada decoro, y cada vida humana y celestial con todas de sus muchas y ricas bendiciones de la tierra, del d=EDa de hoy y de la tierra santa del m=E1s all=E1, tambi=E9n, en el reino de Dios y de su Hijo amado, =A1el Se=F1or Jesucristo!, =A1El Todopoderoso de Israel y de la= s naciones! S=D3LO ESTA LEY (SIN ROMPERLA) ES LA LEY VIVIENTE DE DIOS Esta es la =FAnica ley santa de Dios y del Se=F1or Jesucristo en tu coraz=F3n, para bendecirte, para darte vida y vida en abundancia, en la tierra y en el cielo para siempre. Y te ha venido diciendo as=ED, desde los d=EDas de la antig=FCedad, desde los lugares muy altos y santos del reino de los cielos: PRIMER MANDAMIENTO: =93No tendr=E1s otros dioses delante de m=ED=94. SEGUNO MANDAMIENTO: =93No te har=E1s imagen, ni ninguna semejanza de lo que est=E9 arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinar=E1s ante ellas ni les rendir=E1s culto, porque yo soy Jehov=E1 tu Dios, un Dios celoso que castigo la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generaci=F3n de los que me aborrecen. Pero muestro misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos=94. TERCER MANDAMIENTO: =93No tomar=E1s en vano el nombre de Jehov=E1 tu Dios, porque =C9l no dar=E1 por inocente al que tome su nombre en vano=94. CUARTO MANDAMIENTO: =93Acu=E9rdate del d=EDa del s=E1bado para santificarlo= . Seis d=EDas trabajar=E1s y har=E1s toda tu obra, pero el s=E9ptimo d=EDa se= r=E1 s=E1bado para Jehov=E1 tu Dios. No har=E1s en ese d=EDa obra alguna, ni t= =FA, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu animal, ni el forastero que est=E1 dentro de tus puertas. Porque en seis d=EDas Jehov=E1 hizo los cielos, la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos, y repos=F3 en el s=E9ptimo d=EDa. Por eso Jehov=E1 bendijo el d=EDa del s=E1b= ado y lo santific=F3=94. QUINTO MANDAMIENTO: =93Honra a tu padre y a tu madre, para que tus d=EDas se prolonguen sobre la tierra que Jehov=E1 tu Dios te da=94. SEXTO MANDAMIENTO: =93No cometer=E1s homicidio=94. SEPTIMO MANDAMIENTO: =93No cometer=E1s adulterio=94. OCTAVO MANDAMIENTO: =93No robar=E1s=94. NOVENO MANDAMIENTO: =93No dar=E1s falso testimonio en contra de tu pr=F3jimo=94. DECIMO MANDAMIENTO: =93No codiciar=E1s la casa de tu pr=F3jimo; no codiciar=E1s la mujer de tu pr=F3jimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu pr=F3jimo=94. Entr=E9gale tu atenci=F3n al Esp=EDritu de Dios y d=E9shazte de todos estos males en tu hogar, en tu vida y en la vida de cada uno de los tuyos, tambi=E9n. Hazlo as=ED y sin mas demora alguna, por amor a la Ley santa de Dios, en la vida de cada uno de los tuyos. Porque ciertamente ellos desean ser libres de sus =EDdolos y de sus im=E1genes de talla, aunque t=FA no lo veas as=ED, en =E9sta hora crucial para tu vida y la vida de los tuyos, tambi=E9n. Y t=FA tienes el poder, para ayudarlos a ser libres de todos estos males, de los cuales han llegado a ellos, desde los d=EDas de la antig=FCedad, para seguir destruyendo sus vidas, en el d=EDa de hoy. Y Dios no desea continuar viendo estos males en sus vidas, sino que s=F3lo =C9l desea ver vida y vida en abundancia, en cada naci=F3n y en cada una de sus muchas familias, por toda la tierra. Esto es muy importante: Oremos junto, en el nombre del Se=F1or Jesucristo. Vamos todos a orar juntos, por unos momentos. Y digamos juntos la siguiente oraci=F3n de Jesucristo delante de la presencia santa del Padre Celestial, nuestro Dios y salvador de todas nuestras almas: ORACI=D3N DEL PERD=D3N Padre nuestro que est=E1s en los cielos: santificada sea la memoria de tu nombre que mora dentro de Jesucristo, tu hijo amado. Venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo as=ED tambi=E9n en la tierra. El pan nuestro de cada d=EDa, d=E1noslo hoy. Perd=F3nanos nuestras deudas, como tambi=E9n nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentaci=F3n, mas l=EDbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Am=E9n. Porque si perdon=E1is a los hombres sus ofensas, vuestro Padre Celestial tambi=E9n os perdonar=E1 a vosotros. Pero si no perdon=E1is a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonar=E1 vuestras ofensas. Por lo tanto, el Se=F1or Jes=FAs dijo, "Yo soy el CAMINO, y la VERDAD, y la VIDA ETERNA; nadie PUEDE VENIR al PADRE SANTO, sino es POR M=CD=94. Juan 14: NADIE M=C1S TE PUEDE SALVAR. =A1CONF=CDA EN JES=DAS HOY! MA=D1ANA QUIZAS SEA DEMASIADO TARDE. YA MA=D1ANA ES DEMASIADO TARDE PARA MUCHOS, QUE NO LO SEA PARA TI Y LOS TUYOS, EN EL D=CDA DE HOY. - Reconoce que eres PECADOR en necesidad, de ser SALVO de =E9ste MUNDO y su MUERTE. Disp=F3nte a dejar el pecado (arrepi=E9ntete): Cree que Jesucristo muri=F3 por ti, fue sepultado y resucito al tercer d=EDa por el Poder Sagrado del Esp=EDritu Santo y deja que entr=E9 en tu vida y sea tu =DANICO SALVADOR Y SE=D1OR EN TU VIDA. QUIZ=C1 TE PREGUNTES HOY: =BFQUE ORAR? O =BFC=D3MO ORAR? O =BFQU=C9 DECIRLE= AL SE=D1OR SANTO EN ORACI=D3N? -HAS LO SIGUIENTE, y di: Dios m=EDo, soy un pecador y necesito tu perd=F3n. Creo que Jesucristo ha derramado su SANGRE PRECIOSA y ha muerto por mi pecado. Estoy dispuesto a dejar mi pecado. Invito a Cristo a venir a mi coraz=F3n y a mi vida, como mi SALVADOR. =BFAceptaste a Jes=FAs, como tu Salvador? =BFS=ED _____? O =BFNo _____? =BFFecha? =BFS=ED ____? O =BFNo _____? Si tu respuesta fue Si, entonces esto es solo el principio de una nueva maravillosa vida en Cristo. Ahora: Lee la Biblia cada d=EDa para conocer mejor a Cristo. Habla con Dios, orando todos los d=EDas en el nombre de JES=DAS. Baut=EDzate en AGUA y en E= l ESP=CDRITU SANTO DE DIOS, adora, re=FAnete y sirve con otros cristianos en un Templo donde Cristo es predicado y la Biblia es la suprema autoridad. Habla de Cristo a los dem=E1s. Recibe ayuda para crecer como un nuevo cristiano. Lee libros cristianos que los hermanos Pentecost=E9s o pastores del evangelio de Jes=FAs te recomienden leer y te ayuden a entender m=E1s de Jes=FAs y de su palabra sagrada, la Biblia. Libros cristianos est=E1n disponibles en gran cantidad en diferentes temas, en tu librer=EDa cristiana inmediata a tu barrio, entonces visita a las librer=EDas cristianas con frecuencia, para ver que clase de libros est=E1n a tu disposici=F3n, para que te ayuden a estudiar y entender las verdades de Dios. Te doy las gracias por leer m=ED libro que he escrito para ti, para que te goces en la verdad del Padre Celestial y de su Hijo amado y as=ED comiences a crecer en =C9l, desde el d=EDa de hoy y para siempre. El salmo 122, en la Santa Biblia, nos llama a pedir por la paz de Jerusal=E9n d=EDa a d=EDa y sin cesar, en nuestras oraciones. Porque =E9sta= es la tierra, desde donde Dios lanzo hacia todos los continentes de la tierra: todas nuestras bendiciones y salvaci=F3n eterna de nuestras almas vivientes. Y nos dice Dios mismo, en su Esp=EDritu Eterno: =93Vivan tranquilos los que te aman. Haya paz dentro de tus murallas y tranquilidad en tus palacios, Jerusal=E9n=94. Por causa de mis hermanos y de mis amigos, dir=E9 yo: =93Haya paz en ti, siempre Jerusal=E9n=94. Por ca= usa de la casa de Jehov=E1 nuestro Dios, en el cielo y en la tierra: implorar=E9 por tu bien, por siempre. El libro de los salmos 150, en la Santa Biblia, declara el Esp=EDritu de Dios a toda la humanidad, dici=E9ndole y asegur=E1ndole: - Qu=E9 todo lo qu= e respira, alabe el nombre de Jehov=E1 de los Ej=E9rcitos, =A1el Todopoderoso= ! Y esto es, de toda letra, de toda palabra, de todo instrumento y de todo coraz=F3n, con su voz tiene que rendirle el hombre: gloria y loor al nombre santo de Dios, en la tierra y en las alturas, como antes y como siempre, para la eternidad. http://www.supercadenacristiana.com/listen/player-wm.asp?playertype=3Dwm%20= %20/// http://www.unored.com/streams/radiovisioncristiana.asx http://radioalerta.com